Qué hacer en Estados Unidos
270 millones de habitantes distribuidos en una superficie 17 veces más grande que Francia. Más de 4000 km de distancia entre Los Ángeles y Nueva York. Más de 3600 km de norte a sur. Es imposible no perderse algo en los Estados Unidos de América. Por eso he querido ofrecerte un viaje al país de los 50 estados con temas que te interesan.
Si te gustan los grandes espacios abiertos
Con casi 10 millones de km2, Estados Unidos es el país de los grandes espacios naturales. Montañas, praderas, desiertos, horizontes de paisajes hasta donde alcanza la vista bajo cielos infinitos... Los que venimos del océano podemos saciarnos de tierra.
Como nos han enseñado las películas de Hollywood, la primera maravilla para admirar es geológica: los cañones. Por supuesto, el Gran Cañón en Arizona es una visita obligada, pero los de Utah y Colorado no carecen de grandeza.
Si te gusta el agua, los manglares y los pantanos, el parque de los Everglades al sur de Miami, en Florida, es para ti.
Los desiertos también son fascinantes. El desierto verde del oeste americano, la Gran Pradera ocupa todo el centro de Estados Unidos, con paisajes inolvidables en Dakota y Wyoming. Las Praderas es el reino de los pastos barridos por el viento, los bisontes y los perritos de las praderas.
El desierto color ocre de Arizona, con el imprescindible Monument Valley, el desierto estepario de Nevada, el Valle de la Muerte en el desierto de Mohave al sur de California, el desierto de Sonora donde el cactus saguaro crea paisajes extraordinarios: estos desiertos provocan una sensación de cambio extraña y profunda.
Si te gusta la fauna salvaje
Los parques nacionales también forman parte de los grandes espacios abiertos estadounidenses. Para visitarlos, planifica un viaje específico: hay 63 en total. El más grande se encuentra al norte, en Alaska, es la reserva nacional Wrangell-San Elías (Wrangell-St. Elias National Park and Preserve) y tiene 33 682 km2. Al igual que en Fakarava, es reserva de la biosfera y Patrimonio Mundial de la UNESCO, entre otras cosas por sus gigantescas capas de hielo. Es fácil llegar desde Tahití, vía Seattle y un vuelo de conexión de código compartido con Alaska Airlines.
Los otros parques nacionales que no puedes perderte en su visita serán, vía Los Ángeles, Sequoia y Yosemite, creados en 1890. Vía Seattle de nuevo, hay un extraordinario parque nacional de fácil acceso: Yellowstone, el primer parque creado en Estados Unidos en 1872.
Si te gusta esquiar...
Entonces Estados Unidos es para ti. Desde Los Ángeles y Seattle se puede acceder a una gigantesca zona de esquí. Desde luego los nombres de algunas zonas de esquí te parecerán familiares, como la elegantísima estación Aspen Snowmass en Colorado, pero disfrutarás más al oeste, cerca de tus aeropuertos de llegada: Parc City - Canyons Resort en Utah (550 pistas y 4500 hectáreas de montaña hablan por sí mismas); Heavenly es el paraíso de los esquiadores estadounidenses en el lago Tahoe en California, que a menudo compite con Mammoth Mountain, a 2 horas por carretera. California es el destino histórico para esquiar, pero Seattle, que acaba de abrir sus puertas, ofrece zonas de esquí completas.
Si te gusta el juego...
Hasta 1977, Nevada era el único estado de EE.UU. donde el juego era legal, lo que desarrolló ciudades como Las Vegas y Reno. Además, Las Vegas es la ciudad más visitada por los polinesios por sus compras, espectáculos, grandes hoteles, restaurantes o golf. Es un parque de atracciones para niños grandes ;).
Sin embargo, el juego se ha extendido ampliamente fuera de Nevada a muchas ciudades y estados, como Atlantic City, Nueva Jersey, Biloxi y Mississippi. Se ha desarrollado en distintos lugares y bajo formas diferentes, especialmente en barcos fluviales o cruceros. Sobre todo, desde la Ley de Regulación del Juego Indio de 1988, las reservas indias, que son soberanas sobre sus tierras, pueden abrir un casino legalmente. Ha sido una transición rápida desde los bingo corners ilegales del siglo XX hasta el centenar de casinos que existen actualmente en las reservas. Al menos merece un desvío.
Si te gusta la carretera...
Es una de las imágenes más icónicas de Estados Unidos: la gran cinta de asfalto, señalizada en amarillo, desenrollando su eternidad por un hilo cada vez más estrecho en el horizonte sin límites. A esta imagen se puede añadir el zumbido característico de una moto legendaria. Es un viaje magnífico para hacer con amigos.
Dos rutas en particular son especialmente adecuadas para este ejercicio:
La Ruta 66 que sale de Los Ángeles y llega a Chicago por el noreste después de atravesar los grandes paisajes del oeste y sur de Estados Unidos (Nuevo México, Texas, Oklahoma y Kansas). Unos 3940 km para una carretera apodada The Mother Road y que celebrará su centenario en 2026. Ideal para sumergirse en los Estados Unidos retro de los Corvette, Plymouth y Cadillac, moteles perdidos (el Blue Shallow Motel es ahora histórico), gasolineras típicas, etc.
La Highway 1, 1000 km de alucinante belleza desde Dana Point, al sur de Los Ángeles, hasta Leggett, en el norte de California, famosa por su carretera que atraviesa una secuoya gigante. El itinerario sigue el océano durante todo el recorrido. El tramo más famoso empieza en Monterrey y se extiende hasta Santa Bárbara pasando por Big Sur, la costa más virgen. Es imprescindible hacer una parada en Bixby Bridge, un puente que une los dos acantilados sobre el océano. Numerosos centros turísticos pequeños como Cambria, Pismo Beach y Morro Bay ofrecen etapas cómodas y originales de norte a sur.
Y otros tantos viajes posibles
Aún hay muchas otras temáticas por desarrollar: si te gusta visitar ciudades; el espacio y Cabo Cañaveral: las playas; si te gusta el senderismo por la montaña: si te gusta el jazz y Nueva Orleans; un viaje por el vino o el bourbon; descubrir los grandes edificios instituciones. Los ofreceremos pronto.